FUNDADOR

Este Proyecto “Alma O.N.G” es el sueño, la contribución al mundo de Filipe Daniel Paulo, natural de Nambuangongo município de la província de (Bengo) de Angola (África). Emigrante residente en España desde hace 24 años.
Tras vivir varias guerras en su país, sufrir la gran desigualdad de su Continente Africano, a día de hoy al cerrar los ojos puede seguir viendo las calles de su ciudad llenas de sangre.

Este proyecto en la razón para que ese recuerdo se esfume, y un día, al abrir los ojos despertando de ese horrible sueño, las calles de su ciudad y de muchas más, están llenas de Almas sin fronteras.

Filipe Daniel Paulo nació en el año 1978 en Angola, ya dentro de una guerra civil en su país, no una guerra cualquiera, “ La matanza de Luanda”. Esta guerra fue uno de los conflictos más largos afectados por el escenario de la Guerra Fría, dejando al menos 3.500 muertos, cuatro millones de refugiados y unos 100.000 mutilados, especialmente por las minas antipersonas. El periódico internacional “El País” la denominó como una de la guerras más crueles de África.

Daniel es el cuarto hijo de una familia numerosa de 7 hermanos, su familia al completo tuvo la suerte durante este conflicto de poder huir como refugiados, a la República Democrática del Congo cuando Daniel tenía tan sólo 3 años de edad.

En este país de acogida residirán 10 años, donde Daniel recibirá su educación primaria y aprenderá Francés, el primer idioma oficial del país. Aunque la situación era más favorable, en todos los sentidos se podía sentir la terrible degradación de las condiciones en las que vive la población Africana en general, debido a los continuos conflictos del país.

Lo que da lugar a la escasez de recursos de primera necesidad y aumentar el precio de los disponibles, enriqueciendo a los líderes y empobreciendo a la población.
Y es que la gran paradoja del continente con más pobreza registrado de la humanidad, es a su vez el país más rico del mundo en recursos naturales tales como; minas de diamantes, petróleo, gas y otros minerales como el famoso Coltán; por el cual las grandes potencias de telefonía móvil en América y Europa manchan las minas de sangre en África. Aquí se muestra, la prueba más contundente de la codicia humana, la destrucción del planeta tierra y el abuso de sus recursos frente al provecho de lo material, sin importar el coste de la vida del ser y el alma de la humanidad.

En el año 1988 el país sufre lo que se denominó como “La I Guerra Mundial Africana”, involucró a ejércitos de 7 países africanos y 3 guerrillas, provocando un saqueo masivo en el país con disturbios a gran escala. Ante esta situación de peligro Daniel y su hermano menor logran salir del país gracias a la ayuda privilegiada que los niños menores reciben en estas circunstancias. Sin contar con tanta suerte el resto de su familia que se ve atrapada en el país de conflicto. Tras una dura travesía los menores consiguen llegar a su país de origen Angola, siendo acogidos ya asalvo por sus familiares más cercanos.

Tras 27 años en guerra en África, en el año 1988 los líderes políticos dan el primer paso para la firma de la paz duradera en Angola. En este momento la familia de Daniel que se quedó en la República de El Congo tras la huida de los menores, ve la ocasión para volver a su ciudad natal.

Poco duraría el festejo de la vuelta a casa, tras 6 años en 1994 el espejismo de la paz se esfuma, llegando a la capital del país la Guerra civil de Angola. Los sonidos de bombas, misiles y metralletas vuelven a invadir las calles de la ciudad de Luanda, con periodos de hasta mil muertos diarios a causa de los combates y el hambre.

Ante esta situación de cruda realidad la familia intenta salvar su vida cada uno como puede. Los hermanos mayores son reclutados por las tropas, sólo Daniel y otro menor conseguirán huir, siendo Daniel finalmente el único con la suerte de poder cruzar el océano Atlántico y llegar a Lisboa (Portugal). Con 17 años de edad Daniel llega al continente Europeo, dejando atrás sufrimiento, guerras, muertes,… pero también a toda su familia.

Sus comienzos no fueron fáciles, debido a la situación laboral a la que se expone un sin papeles y emigrante en Europa. Una de las pocas opciones de poder trabajar para comer, es aceptar trabajos en el sector de la construcción en condiciones de explotación continuas.
Sólo la buena disposición de Daniel para el aprendizaje de diferentes oficios tales como; carpintero, encofrador, etc. Le llevarían a aumentar la confianza y su espíritu emprendedor. Dando paso a sus primeros proyectos emprendedores, una empresa de construcción en el sector de servicios y ocio nocturno.

Con la llegada de la crisis global financiera en el 2002 a Portugal, Daniel toma la decisión de dejar el país y probar en España, se traslada a la capital Madrid. Aquí intenta seguir trabajando en el sector de la construcción, por poco tiempo, pues la crisis financiera no tardaría en afectar a España.
Es en este momento cuando Daniel se recicla laboralmente, y se forma de manera profesional como seguridad privado y chofer, sacando las titulaciones necesarias.

En el año 2009 llegará a la Isla de Ibiza, su lugar de residencia en la actualidad. Ibiza le ofrece muchas posibilidades laborales dentro del sector turístico. Alimentando su personalidad emprendedora, proactividad y estableciendo contactos potenciales para el futuro.

En el 2014 nace Fibiza empresa de servicios turísticos e inmobiliarios, inaugurando su oficina presencial a pie de calle después de 3 años, y desde donde hoy se redacta este proyecto.
En la actualidad el negocio a crecido, y es un grupo de pequeñas empresas. Es en este momento con los recursos financieros y contactos internacionales que Ibiza le brinda. Que su sueño aflora y el deseo de ayudar a su país de origen, y a los países que le acogieron como refugiado y otros en las situaciones de pobreza y necesidades humanas, que se ven reflejados en la creación de este proyecto, así es como nace “Alma O.N.G.” Sin Fronteras.