NIÑAS EMBARAZADAS
Las niñas no pueden educar niños. Eduquemos su cultura.
Las niñas no pueden ser madres, las niñas necesitan a sus madres.
Soy mujer y soy madre (responsable de la redacción de este proyecto) y no podría imaginar un dolor más grande que el de ver a mi hija de 13 años siendo obligada a casarse con un hombre 30 años mayor que ella, para ser prácticamente violada en todos los sentidos de integración humana y moral que puedan existir, anulando su derecho de ser feliz y libre en esta vida. Pero si además, es obligada por su esposo a ser madre, siendo ella una niña, creo que mi misión en esta vida no hubiera tenido sentido alguno.
No quiero imaginar el dolor de las madres de estas niñas embarazadas obligadas a casarse por su cultura. Y en el caso de que sus madres no tuvieran un agujero en el estómago y en su alma, mi dolor en cambio, sería aún mayor.
Por suerte para mi y mi hija vivimos en Occidente, Europa y estas cosas habitualmente no pasan. Cuando Daniel (fundador del proyecto ) me trasmite todo la información sobre lo vivido en África para dar forma al proyecto Alma O.N.G, llegando a esta parte no puedo reprimir el redactar esta causa de una manera personal, resonando con mi compromiso de mujer y madre en este mundo.
Podría aportar números datos que encontrado sobre las escalofriantes cifras que en la actualidad están recogidas sobre casos de niñas embarazadas en África, en este caso en particular en Angola, pero no ofrecería ningún valor real.
Las causas sobre estos datos son de diferentes índoles; abusos sexuales de niñas que viven en las zonas rurales más pobres, prostitución como medio de subsistencia, carencia de métodos anticonceptivos, poca o ninguna información y educación sexual y una cultura que da como normalizada todas o muchas de la causas que acabo de exponer.
Hoy lo que quiero contar son los casos reales que Daniel pudo ver en la calles, tras su primera visita oficial a Angola.
Conoce a una niña en la provincia de Lubango (Angola) embarazada de tan sólo 12 años de edad, a otra de 14 años. Según las niñas van creciendo el número de hijos aumenta, como el caso de una mujer de 20 años de edad que tiene 5 hijos y embarazada espera el 6º hijo.
En la mayoría de los casos estas niñas no pueden sostener a sus bebés, ni darles las atenciones necesarias. Estos bebés y niños son criados en circunstancias extremas, focos de enfermedades, desnutrición y carencias emocionales. Como el
caso real de una adolescente de 18 años de edad enferma ella y enfermo su bebé de 11 meses, el cual no había recibido ningún tipo de vacuna desde su nacimiento. Ella sin recursos para recibir medicamentos para mejorar su salud y la de su bebé. (Alma O.N.G ya ha tomado acción es este caso ayudando a pagar los servicios médicos para ambos).
En consecuencia todos estos casos irán empeorando las condiciones de vida tanto de las niñas, adolescentes y mujeres, como de los bebés y niños que son criados en estas circunstancias. No existe una conciencia del progenitor, con la responsabilidad de dar una vida digna, a una criatura que será un ser humano habitante en este planeta con millones de carencias, debido a las condiciones en las que han llegado al mundo.
Muchos de estos bebés y niños serán abandonados. Aquí podemos observar el trayecto de una rueda que gira en concordancia, de un problema a otro en África.
Nuestro objetivo y la iniciativa de esta causa es:
● Sembrar conciencia de que es necesaria la educación sexual durante la pubertad de la niños y niñas. Haciendo hincapié en las poblaciones más pobres y zonas rurales donde la educación es privada y no tienen acceso a este tipo de información.
● Educación sobre la vida menstrual y los ciclos, a niñas en período de recibir su transformación biológica como mujeres.
● Educación emocional y empoderamiento femenino, a niñas, adolescentes y mujeres. Que aprendan a reconocer su derecho, igualdad y poder como mujeres, a tomar decisiones con coherencia, consciencia, responsabilidad y libertad.
● Educación sobre una maternidad responsable, ser madre no es juego. Pero si nadie las enseña como actuar de una manera correcta, el juego seguirá siendo peligroso para ellas, para los niños que llegan, y los adultos que se forman en esta cultura.
Las niñas no pueden educar niños. Ayudemos a educar su cultura, para que ellas no sigan siendo víctimas de creencias antihumanas, para las mujeres en cualquier parte del mundo.